Los exilados cubanos que llegaron a Miami al principio de los sesenta se establecieron de manera preferente en la parte sudoeste de la ciudad que pasó a llamarse la Pequeña Habana. Los negocios cubanos surgieron rápidamente para llenar las necesidades e intereses de una comunidad creciente de emigrados, y la Pequeña Habana se convirtió en el corazón del enclave del exilio cubano de Miami. También se mudaron para la cercana Hialeah, atraídos por los trabajos en el Aeropuerto Internacional de Miami y la industria no sindicada de la ropa. En ambas áreas geográficas, empresarios del exilio establecieron sitios para entretener a la comunidad cubana hispano parlante.
El teatro cubano durante los primeros años del exilio en Miami trató de satisfacer los gustos comerciales de un público desplazado que buscaba seguir conectado con el país de origen que había dejado atrás, imaginando que regresaría muy pronto. Dos de los góneros teatrales más populares fueron los sainetes, sketches cómicos de un acto a menudo con música, y el teatro bufo. El bufo representa la tradición teatral continua más antigua de la isla cuya fecha de inicio se remonta al siglo XIX; era una mezcla de comedia de payasadas y comentarios políticos por actores con las caras pintadas de negro. Otro género de largo alcance favorito del público cubano era el llamado teatro lírico, que cobijaba óperas, zarzuelas y comedias musicales ligeras.
La radio y la televisión fueron dos de las fuentes más importantes de entretenimiento en la Cuba pre-revolucionaria. La telenovela latinoamericana nació en Cuba en 1948, dando paso al teleteatro, que promovió el gusto por el humor cómico, las comedias melodramáticas y los dramas. Entre los exilados cubanos que llegaron a Miami se encontraban fundadores, promotores, y actores provenientes de los medios de comunicación quienes fueron de importancia capital para la formación cultural de la comunidad del exilio y de la ciudad. Durante la primera mitad de los sesenta, la comedia en Miami significaba prioritariamente los sainetes y las rutinas cómicas derivadas de la tradición del bufo y de los shows de la televisión. Hacia la mitad de la década, un sentido de desesperanza hacia el regreso a Cuba se extendió sobre la comunidad del exilio. Esto se reflejó en un interés creciente por actividades impulsadas por la nostalgia de una Cuba pre-1959.
En el cine
Las primeras representaciones teatrales se hacían durante el intermedio en las salas de
cine que mostraban doble sesión de películas en español o con
subtítulos. Varias de las salas de cine de Miami exhibían películas en
español en sus horarios, tales como el Teatro Radio Centro (llamado anteriormente
Teatro Flagler), y los teatros Trail, Tower y Hialeah. El Teatro Radio Centro
de Miami presentaba revistas de variedades, como las que están anunciadas en este
afiche, que incluía sketches teatrales con los actores cubanos Otto Sirgo y Xonia
Benguría, entre otros, y la presentación de dos películas.
La tradición del bufo
Estas representaciones breves casi siempre constaban de sketches cómicos o de vaudeville.
Se contaba con la presencia de actores, cantantes y artistas ya conocidos por su trabajo
en la televisión, la radio y el teatro cubanos y muchas veces estaban basados en el bufo
popular. Los personajes del negrito, con la cara pintada de negro, y el gallego estaban
expresados en la pareja cómica que formaron Alberto Garrido y Federico Piñero, reconocidos
por sus personajes Chicharito y Sopeira.
Estos tempranos sketches el bufo durante los intermedios proveen un paralelo interesante con la tradición del sainete que usó la guaracha y la danza, basadas en los ritmos afro-cubanos, entre otros, para atraer a las clases trabajadoras.
Leopoldo Fernández "Pototo" (1904-1985)
Uno de los artistas más populares tanto en Cuba como entre los exilados de Miami fue Leopoldo Fernández. Apareció por primera vez sobre un escenario cubano remplazando a Alberto Garrido en su famoso rol del negrito en el Teatro Martí de La Habana. El célebre comediante fue expulsado del Teatro Nacional de Cuba en 1963 y llegó a Miami en un barco de la Cruz Roja. Esta fotografía muestra a Fernández (el tercero desde la derecha) con el elenco del popular programa de radio y televisión cubanos, La tremenda corte, en el que representaba el papel de José Candelario "Tres Patines."
Una vez en Miami, Fernández empezó a actuar de inmediato en sitios locales. Uno de sus primeros espectáculos fue una comedia en el Teatro Radio Centro en Mayo de 1963. Como era uno de los humoristas más reconocidos de Cuba, atraía público donde quiera que se presentara.
Leopoldo Fernández fundó su propia compañía de teatro, Pototo y su Compañía Cubana, representando comedias en teatros a lo largo y ancho del sur de la Florida durante los setenta, incluyendo el Teatro Lecuona en Hialeah.
Añorada Cuba
El espectáculo que quizás mejor representa la actitud de la primera década del exilio y de esa generación de artistas teatrales fue Añorada Cuba. Actuada por adolescentes cubanos, la música tradicional cubana, la danza y algunas viñetas trataban de aliviar el dolor del exilio a través de una experiencia de nostalgia compartida mientras se enseñaban las tradiciones culturales cubanas a las generaciones más jóvenes.
Añorada Cuba
Pili de la Rosa
En esta entrevista, Pili de la Rosa, una de las fundadoras de Añorada Cuba,
describe sus inicios como un esfuerzo de la Iglesia Católica de la Inmaculada
Concepción en Hialeah.
Demetrio Menéndez
Demetrio Menéndez, quien fuera el marido de Pili de la Rosa, se unió al esfuerzo de
lanzar Añorada Cuba en calidad de diseñador escénico. Aquí describe cómo empezó a
construir escenarios y sets para el show. Menéndez se convertiría en uno de los
diseñadores escénicos más importantes de Miami durante los setenta y los ochenta.
Fue contratado por Margot Fonteyn como diseñador escénico para su ballet Romeo y Julieta,
con el que viajó por todos los Estados Unidos y América Latina.
Añorada Cuba
Carteles Internacional La revista Carteles Internacional dedicó un número a Añorada Cuba: "Es un instrumento de la unidad sentimental del pueblo de Cuba en el exilio. Además, de su pobre recaudación se invierte el 60% en socorrer a la colonia cubana y a los huérfanos o [niños] cuyos padres permanecen sometidos a la barbarie roja en la Cuba esclavizada."
Así es Cuba y Nuestra Cuba siguieron las huellas de Añorada Cuba con shows de variedades que incluían danzas, música y sketches cortos.
La mayoría de los cubanos que llegaron a los Estados Unidos durante los sesenta asumieron que se quedarían solo temporalmente. En la Cuba pre-revolucionaria, las cercanas relaciones económicas establecidas con los Estados Unidos significó que el estilo de vida norteamericano había permeado la cultura y los valores sociales cubanos, incluyendo el promover una posición más abierta hacia los derechos de la mujer. Como los valores y la ideología norteamericanos ya eran parte de la sociedad cubana, muchos entre la primera generación de refugiados cubanos en los Estados Unidos estaban mejor equipados para empezar una nueva vida en suelo norteamericano que la mayoría de otros grupos de inmigrantes.
Pero aún durante una estadía provisional, los refugiados cubanos tenían que sobrevivir, ganando dinero para alimentar a sus familias, atender a sus hijos y a los parientes mayores, y simplemente para mantenerse. Para la mayoría de los exilados cubanos, incluyendo aquellos que en la isla fueron parte de las clases altas y medias y aquellas mujeres que nunca habían trabajado antes, esto significó tomar cualquier trabajo que se presentara. Los artistas teatrales no fueron ninguna excepción, como lo demuestran las historias personales en esta sección.
Néstor Cabell
Néstor Cabell, uno de
los pilares del primer teatro cubano de Miami, llegó a
Nueva York en 1960. Se mudó a Miami en 1962 después de haber sido dado de baja
del ejército norteamericano. Un reconocido actor de la radio en Cuba, Cabell
trabajó en el exilio en fábricas, como mesero y como mensajero, entre otros
empleos manuales. Durante su tiempo libre, iba al aeropuerto para recoger a sus
colegas que llegaban a diario de Cuba.
Eva Vázquez (1915-2011)
Eva Vázquez fue una famosa artista que actuó en
todos los medios de comunicación cubanos desde los años treinta.
En esta entrevista, habla de su trabajo en un almacén de muebles y
con la America's Production, la primera compañía de Miami dedicada al
doblaje de películas. America's Production también grabó y distribuyó
programas de radio en español. Luis Boeri abrió la compañía en el quinto
piso de
El Refugio (The Refuge), nombre con que se conocía a la Torre de la Libertad entre
los refugiados cubanos. Ahí, muchos de los actores recién llegados de Cuba
grababan trabajando a menudo hasta 13 horas diarias.
Ana Margarita Martínez Casado
En esta fotografia, tomada en el set del show de la television cubana Cachucha y Ramón, vemos a Ana Margarita
Martínez Casado sentada a la derecha. Nacida en una familia de actores y cantantes, llegó a Miami después
de diez años de exilio en México. Su primer trabajo en Estados Unidos fue en el
Supper Club Les Violins
como mesera cantante, lo que le permitió sobrevivir mientras se establecía en Miami.
Asela Torres
Asela Torres, quien más adelante se convertiría en una de las fotógrafas teatrales
más distinguidas, como demuestran sus fotografías incluidas en esta exhibición,
trabajó en una cafetería. Rechazada como fotógrafa por los productores de
Nuestra Cuba, la continuación de Añorada Cuba, fueron Manuel Urgarte y Alfonso
Cremata del Teatro Las Máscaras quienes le ofrecieron la primera oportunidad de
fotografiar producciones teatrales.
Luis Oquendo (1925-1992)
El actor de radio, televisión y cine Luis Oquendo se hizo famoso al finalizar la década de los setenta por su papel
en el programa bilingúe de la televisión pública ¿Qué pasa, USA? Antes de eso, trabajó en el
doblaje de películas, incluyendo la voz del personaje Clint Walker en Cheyenne. En los créditos de
este programa de 1967, se menciona que ambos Luis Oquendo y Cecilio Noble habían trabajado para la Voz de América,
la estación de radio internacional oficial al servicio del gobierno estadounidense.
María Julia Casanova (1916-2004)
La pionera teatral María Julia Casanova, cuya carrera cubrió seis décadas en Cuba y Miami, escribió varias
series para America's Production financiadas por Voz de América. En medio de la Guerra Fría,
Casanova y Jorge Jiménez Rojo escribieron programas como "El testigo" y "Nosotros, el pueblo,"
dramatizaciones sobre lo que estaba pasando en Cuba como resultado de las
"tácticas establecidas por el comunismo internacional."
A pedido del Departamento de Estado, Casanova también escribió varias obras a favor del rol de los Estados Unidos en la guerra de Vietnam
El arte de dar
El trabajar en donde se pudiera para poder sostenerse no impidió que los artistas
teatrales participaran en actividades caritativas. En los sesenta, las voces
teatrales más importantes del exilio grabaron un álbum para conseguir fondos
para construir un santuario a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.
Este santuario a las orillas de Biscayne Bay, en Coconut Grove, es todavía uno de
los sitios culturales más importantes para los católicos cubanos en los Estados Unidos.
La Habana, Cuba, durante los años cincuenta fue uno de los pocos lugares en América Latina en donde el "teatro de arte," sobre todo montajes de obras europeas y norteamericanas, y el teatro comercial coexistieron exitosamente. Las importaciones comerciales de Nueva York y Europa eran frecuentes y muy bien recibidas. Al mediar la década de los sesenta, los artistas exilados empezaron a experimentar produciendo en Miami el "teatro de arte" al que estaban acostumbrados en La Habana. Al mismo tiempo, los exilados cubanos se esforzaron por pasar a sus hijos su cultura, idioma, valores y legado, a menudo a través de fiestas y celebraciones en las que se usaban elementos teatrales pero se llevaban a cabo fuera de los espacios tradicionales escénicos como los clubes, escuelas y hasta en la calle. Importantes entre estos eventos eran los rituales asociados con el calendario cristiano, como la Navidad, la Epifanía (o el día de los Tres Reyes Magos) y la Resurrección.
Teatro 66
El teatro cubano en Miami empezó a rebasar las comedias y las revistas nostálgicas con el lanzamiento
de Teatro 66 por el actor, pedagogo y director Miguel Ponce. En 1966, creo el primer "teatro de arte"
de Miami con un grupo de actores jóvenes que incluyó a Salvador Ugarte, Norma Acevedo
(más adelante Norma Niurka), el español Luis Molina, y otros. El afiche exhibido aquí sugiere
la precariedad material de la compañía.
En la carta en que se instituye Teatro 66, se indica que
los objetivos de la compañía eran recuperar la tradición teatral
cubana, incluyendo el teatro experimental y de vanguardia.
Teatro 67
En 1967, Teatro 67 (una derivación de Teatro 66) abrió una sala-teatro (teatro de bolsillo) en Miami,
la primera dedicada al teatro hispano parlante de la ciudad. Este esfuerzo por crear un teatro
serio, no comercial y experimental tuvo un éxito limitado. El dramaturgo y crítico teatral
Matías Montes Huidobro sugiere que la burguesía exilada cubana apoyaba ese tipo de teatro
muy esporádicamente. Para 1968, casi todos los fundadores del Teatro 67 se habían mudado
para Nueva York, en donde no pocos artistas teatrales cubanos estaban creando un activo
movimiento teatral off-off-Broadway en español.
Teatro Las Máscaras
Salvador Ugarte y Alfonso Cremata, dos actores estudiantes de Teatro 67, se quedaron en Miami y fundaron Teatro
Las Máscaras. El mensaje inicial del primer programa reclamaba la necesidad de preservar la tradición teatral
cubana y traer a la "capital del exilio" el teatro de otros países hispanos.
Sin embargo, tendrían que esperar hasta el comienzo de los setenta para abrir su propio espacio.
Teatro Martí
En 1967, el empresario Ernesto Capote convirtió lo que había sido un ring de boxeo y un
centro antiguo de reunión del Ku Klux Klan en un espacio para las artes escénicas en
español. Como otros teatros de su tiempo, el Teatro Martí de Capote exhibía películas
pero también ofrecía su espacio para aquellos que estuvieran interesados en
producir teatro de cualquier género. Aunque este teatro se conocía principalmente
por sus comedias, este programa de Medea, presentado por el Patronato del
Teatro, demuestra la variedad de producciones teatrales que albergaba y la
necesidad del "teatro de arte" de encontrar un espacio para sus producciones.
La multifacética María Julia Casanova
María Julia Casanova trabajó en casi todas las ramos de las artes escénicas.
Además de dirigir, era dramaturga, diseñadora escénica y de luces y hasta asesora de arquitectura.
Este
libro de invitados firmado el 29 de mayo de 1974 por el "quién es quién" de la comunidad teatral de la
época celebra los logros de Casanova.
Combinando habilidad técnica y visión artística
La estrella de televisión cubana Manolo Torrente invitó a Casanova a diseñar
un show de tipo Tropicana llamado Latin Fire Follies en Las Vegas. La revista
de baile viajó por todo Estados Unidos al finalizar los sesenta antes de
encontrar un hogar más permanente en el Hotel Thunderbird de Las Vegas.
Su destino final fue Miami en 1983. Estos dibujos del set del espectáculo
fueron firmados por el diseñador japonés Ryotaro Mitsubayashi.
A Casanova le surgió otra oportunidad cuando recibió un contrato para hacer el diseño
escénico de un show de tema latino para el Paradise Island Casino Lounge en
Nassau, Bahamas. También entrenó a los técnicos de luces que se quedaron a
cargo del show una vez ella regresó a Miami.
Manuel Ochoa (1925-2006)
Manuel Ochoa, el famoso músico virtuoso y conductor coral y de orquesta, fue el
responsable de sacar a la luz la música del compositor cubano Esteban Salas
(1726-1803), especialmente sus villancicos.
De Belén a Bayamo: autosacramental
cubano (1968) fue el primer trabajo en el exilio de Ochoa.
Con libreto de María Julia Casanova, la obra combinaba la
celebración religiosa - en el mensaje navideño - y los sentimientos patrióticos -
en el centenario del himno nacional cubano - al tener a la
familia sagrada y a los tres reyes magos compartiendo el mismo
escenario con el líder de la independencia cubana Carlos Manuel
de Céspedes y otros ilustres personajes. La música acogió desde
Handel, Schubert y Puccini hasta compositores cubanos como Muller, Garay y Figueredo.
Los escenarios sociales
Además de fundar una cultura teatral, la incorporación de tradiciones religiosas y seculares como los
Tres Reyes Magos (representada en el libreto de Casanova) y los bailes de debutantes (como aparecen en
la publicidad de este programa de teatro) eran production,
importantes porque proveían un sentido de estabilidad a una comunidad desplazada.
Cuban Heritage Collection
University of Miami Libraries
University of Miami, Coral Gables, Florida
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